Esta entrevista a la exrastreadora de Ferrovial ha sido publicad originalmente en El Diari de la Sanitat. Puedes leerla en catalán aquí
El 1 de febrero cambió la gestión del sistema de rastreo de casos de COVID-19 que hasta ese momento realizaba Ferrovial-Ferroser, tal como anunció Salut poco antes de que acabara el año. Ahora bien, el aviso a los 849 trabajadores no se hizo hasta quince días antes de la fecha, dos semanas después de que se anunciara en la prensa. Carolina Soto-Aliaga, portavoz de Scouters en Lucha, considera insuficiente la opción de Salut de inscribirse en la bolsa general y avisa que continuarán movilizándose y que emprenderán acciones legales para exigir la subrogación.
Hoy día, los rastreadores de Ferroser-Ferrovial ya no están haciendo su tarea. ¿Es correcto?
De los 849 rastreador que éramos, tenemos constancia de que han sido cogidos para una bolsa de Salut unas 200 personas. O sea que desde el día 31 a las 22.00 horas, nos hemos quedado en la calle 649 rastreadores.
¿Cómo os habéis organizado para formar ‘Scouts en lucha’?
Estábamos divididos en tres turnos –mañana, tarde y fin de semana– y dos centros diferentes –Sant Joan Despí y Hospitalet de Llobregat–. Por lo tanto, era como si fuesen seis turnos. Lo más bonito es que muchos no nos conocíamos, y el único contacto que teníamos eran los grupos de Whatsapp hechos para resolver dudas o cambiar horarios. Nos empezamos a organizar cuando vemos noticias en la prensa que el contrato termina el 31 de enero. Pensábamos que eran rumores, que no podía ser verdad que se informara antes a la prensa que a 849 trabajadores.
Salut lo anunció en una rueda de prensa el 28 de diciembre. ¿Entonces no se os comunica?
No. El rumor es creciente, pedimos información a Ferroser-Ferrovial y Salut pero no recibimos respuesta. Solo quince días antes, el 15 de enero, se nos informa con un comunicado que el contrato termina el 31 y que nos dejan una bolsa abierta expresamente para quien se quiera apuntar al nuevo servicio.
De hecho, la bolsa ya estaba abierta, según informó Salut aquel día de diciembre. ¿Os avisaron cuando se abrió?
No, no nos avisaron. El 15 de enero nos avisan de que se abrirá durante tres días, pero antes nadie nos informa de nada. Sufríamos y sólo sabíamos en función de las noticias que había en los medios. Ni Ferrovial ni la Generalitat nos avisaron que existían estas bolsas mientras nosotros trabajábamos en otoño.
Dice que unas 200 personas ya se han inscrito en la bolsa y han sido contratadas por Salut. ¿Es así?
En ningún momento Salut habló claro, no sabíamos cuánta gente cogerían. En primer lugar deberían ser transparentes y subrogar la plantilla, que sería lo normal en el ámbito laboral y de cara a la salud pública, porque somos los únicos rastreadores que ha habido en la historia. Sabemos que se le escapó a Marc Ramentol, secretario general de Salut, que estaban formando 500 personas y que finalmente serían 700.
Por lo tanto, como máximo han cogido 200 rastreadores de Ferrovial y 640 han quedado en la calle después de pasarse meses trabajando en condiciones laborales precarias, en turnos de ocho y doce horas, haciendo un trabajo muy duro física y emocionalmente porque atendemos familias afectadas por Covid, a quien se le ha muerto gente, a quien llamas en medio de un entierro, personas que se pasan veinte minutos llorando…
Además, Scouts en lucha ha protestado por la bolsa. Cree que es insuficiente y que debería haberse prorrogado la plantilla.
La bolsa tiene unos inconvenientes, como que la gente se tuvo que espabilar a buscar toda la información que se requería en sólo tres días y en plena pandemia. Esto ya descarta gente porque algunos trámites son lentos. Asimismo, es una forma de hacer que la gente no se manifieste, porque le sacas todo el tiempo. También nos dicen que es exclusiva para nosotros, pero entonces no sabíamos que había una abierta desde octubre. No solo no nos ponen como prioridad, sino que nos dejan a la cola de una bolsa con personas sin experiencia.
Además, a pesar de saber que el 90% de los contratados somos estudiantes y el otro 10% tiene cargas familiares u otros trabajos, imponen a todos los nuevos de la bolsa un horario rotativo. Esto hace que mucha gente se apunte y tenga que renunciar a saber los horarios. La Generalitat se lava la cara diciendo que no se ha apuntado todo el mundo, pero ¿cómo esperas que estudiantes asuman un horario rotativo? Ya sabían que pasaría esto.
Por último, veinticuatro horas antes de la primera concentración, publicaron una lista con todos los nombres con un orden de prioridad de llamada, del 1 al 866. Hay personas que no son de la plantilla de Ferrovial y otros de la plantilla no aparecen. Todo hacía pensar que seguirían el orden descendente, pero no, llamaban aleatoriamente. De esta manera la gente se despistaba, tenía miedo y pensaba que ya no lo cogerían porque han llamado un número superior, pensaban que quizás nos contrataban a todos… Juegan con la necesidad, la fe y el miedo.
El Diari de la Sanitat destapó la ineficiencia del servicio por culpa del operativo. También conocimos la poca seguridad anti-COVID que se le daba. ¿Cómo es verse en la calle después de todo este esfuerzo y de haber sido pieza clave en el control de la pandemia?
Efectivamente, no hemos tenido seguridad contra la COVID, no había toma de temperatura, no había la exigencia de mascarillas homologadas, nos avisaban de los turnos en el último momento con solo seis horas de antelación, se nos denegaron vacaciones…
Se ha criticado mucho el rastreo, las condiciones en que trabajábamos… Pero no la plantilla, que es intocable. Hemos tenido una eficiencia brutal, con una nota de 98% de las evaluaciones externas. La plantilla se lo ha dejado todo y ha funcionado bien. En cambio, nos dejan en la calle.
Parece que la comunicación con el Departament de Salut no era muy fluida. ¿Se sienten escuchadas?
Tras pedirlo más de veintidós veces, Salut todavía no se ha querido poner en contacto con nosotros. Son más de 1,5 millones de familias atendidas, de trabajo en favor de la salud pública y dejan más de 600 personas en la calle sin dignarse a hablar con la plantilla ni con sus representantes. Es vergonzoso.
Además, durante la huelga la empresa pidió el 100% de los servicios mínimos, lo que no se ha visto nunca en una huelga, porque supone anularla. El Departament de Treball impone el 90%. Es grotesco que pidan unos porcentajes tan altos cuando el 1 de febrero se reduce la plantilla. ¿Cómo puedes defender a un 100% e imponer un 90% si al día siguiente no necesitas tantos? Es una persecución en contra de cualquier movilización en plena tercera ola y campaña electoral.
Y los partidos que no forman parte del Gobierno, ¿os han apoyado?
Hicieron una reunión en línea donde participaron todos los grupos parlamentarios, excepto ERC. Mostraron todo el apoyo hacia nosotros y conseguimos que firmaran un documento, que también firmó ERC, en el que se nos apoya y se cuenta que la subrogación es viable a escala legal, administrativa y laboral. Porque si hay un cambio de gestión de empresa, la nueva dirección tiene la obligación de mantener la plantilla. Además, la Generalitat dijo que asumiría todas las funciones, y esto implica la subrogación automática, porque seguimos con un servicio que ya hemos realizado antes con otra empresa.
Así, ¿los grupos parlamentarios de ERC y Junts firmaron un texto que contradice su Gobierno?
Sí, entran en contradicción porque por un lado hay Alba Vergés y compañía negando la posibilidad de subrogación al tiempo que firman un documento para la continuidad total de la plantilla y donde se expresa la necesidad y legalidad de la subrogación. Esperamos que no quede todo en un papel y una firma, porque los políticos están demasiado ocupados en rascar votos.
Sea como sea, el contrato con Ferroser terminó y los vuestros también. ¿Cómo fue y qué haréis ahora? ¿Seguiréis movilizadas?
El día 31 fue un día duro, porque te sientes utilizada. Ves que la Generalitat ha ganado porque ha rescindido un contrato polémico y con pactos ocultos que a saber qué implican. Ferroser y Ferrovial ha hecho lo que quería, ha ganado dinero y uno de sus altos cargos, Max Llobet, ha sido contratado por Salut. Los trabajadores, que hemos estado en primera línea y hemos dado la cara, nos vamos a la calle.
Sin embargo, seguimos con fuerza, con movilizaciones y presionando. Abriremos una vía legal para tomar acciones contra Salut y contra Ferrovial. Estamos estudiando opciones legales.