Es difícil concluir si la puerta giratoria de Telefónica se encuentra en buen o mal estado. Aunque no hay duda de que tiene unos colores llamativos: en los últimos años la han cruzado 4 exministros españoles y dos personalidades relacionadas con la Casa Real, uno de ellos con rango de ministro. Sin embargo, lo que no es tan evidente es si los controles de acceso funcionan bien y las alarmas saltan a la hora de entrar en el edificio.
La bien engrasada puerta giratoria se abrió en 2013 –no era la primera vez, ni mucho menos– para recibir al exvicepresidente del Gobierno y expresidente del FMI Rodrigo Rato, uno de los hombres clave de Aznar durante la oleada de privatizaciones que provocó que el Estado perdiese su control sobre Telefónica, entre otras muchas compañías públicas.
Siguiendo la metáfora, el arco detector no funcionó para avisar de que Rato estaba imputado en la Audiencia Nacional por falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida y que, un año antes, había abandonado Bankia totalmente defenestrado tras la deriva en la que había sumido a la entidad.
El entonces presidente de Telefónica César Alierta le convirtió en consejero asesor para Latinoamérica y Europa sin que nada de esto le importase en ese momento. Dos años después, y tras conocerse que el exvicepresidente se había acogido a la amnistía fiscal aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy, el propio Rato renunció “temporalmente” a sus puestos en la teleco. El resto de la historia es conocida: Rato acabó condenado en el ‘caso de las tarjetas black’ e ingresó en prisión, si bien recientemente fue absuelto del ‘caso Bankia’.
Alierta llevaba en el puesto desde julio del 2000, cuando se alzó con la presidencia de la compañía sustituyendo a Juan Villalonga Navarro, íntimo del por entonces presidente Aznar, su principal mérito curricular. “De los años en [el colegio] El Pilar, mis dos mejores amigos eran Juan Villalonga y Juan Manuel Hoyos”, reconoce el propio expresidente del Gobierno en sus memorias. El de Villalonga fue un caso muy flagrante de puertas giratorias, pues fue colocado al frente de la teleco en 1996 en medio del proceso de privatización de esta, que acabó culminando tres años después.
Poco antes de su salida, en junio del 2000, El Mundo publicó que Villalonga se había valido de información privilegiada para hacerse con 264.224 opciones sobre acciones de Telefónica el 2 de enero de 1998 “gracias a un crédito de Argentaria Bolsa por valor de 200 millones”. Argentaria –la A de BBVA– terminó su proceso de privatización solo un mes después de la compra de acciones por parte de Villalonga. Al frente se situaba –también desde el 96- Francisco González, otro de los amigos enchufados por Aznar.
Pero Rato no es el único de estos grandes fichajes de Telefónica que han acabado entre rejas. La compañía suspendió “con carácter inmediato” su relación laboral con el exministro y expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana después de que en 2018 fuese detenido y acusado de un presunto delito de blanqueo de capitales, lo que provocó que acabase en prisión incondicional debido al riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, aunque todavía no pesa una condena sobre él. Poco después fue puesto en libertad para ser tratado de la enfermedad que padecía, aunque sigue siendo investigado.
Iñaki Urdangarín completa la lista de quienes han cruzado la puerta primero hacia dentro de Telefónica y, después, hacia la cárcel. El marido de la Infanta Cristina fue fichado como consejero de Telefónica Internacional en 2006 y acabó siendo el delegado de la compañía en Estados Unidos. En 2012, como Rato, también dejó de manera “temporal” sus cargos, si bien ya había sido imputado algunos meses antes. Varios años después, los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Administración, delitos fiscales y tráfico de influencias le hicieron cambiar el despacho de Telefónica por una celda en la cárcel de Brieva (Ávila).
Pescar en el Consejo de Ministros
Rodrigo Rato (PP)
El caso de Rodrigo Rato representa de una manera casi perfecta la definición de aquello que llamamos puerta giratoria. Rato fue vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía durante las dos legislaturas de Aznar (1996-2004). Durante la primera fue cuando se culminó la privatización de Telefónica, iniciada por el ejecutivo de Felipe González algunos años antes. A propuesta del Gobierno, César Alierta –hermano de un senador del PP– fue colocado al frente de la nueva Telefónica en el 2000. 13 años después, el mismo Alierta se encargaba de nombrar a Rato consejero asesor de la compañía para Latinoamérica y Europa.
Lo hacía, además, en un momento en el que la pátina dorada de artífice del milagro económico español empezaba a perder brillo y a dejar ver lo que realmente recubría. Un año antes tuvo que abandonar la presidencia de Bankia a raíz de los pésimos resultados de la compañía y fue imputado en el ‘caso Bankia’. El paso del tiempo hizo cada vez más insoportable la hediondez que desprendía el fichaje y el también expresidente del Fondo Monetario Internacional (FMI) acabó marchándose en 2015 tras conocerse que se había acogido a la amnistía fiscal aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy.
Narcís Serra (PSOE)
Rato no es el único vicepresidente del Gobierno que ha recalado en las filas de Telefónica. Ni tampoco el primero. Antes que él lo hizo Narcís Serra, uno de los fundadores del Partido Socialista de Catalunya (PSC) y alcalde de Barcelona entre 1979 y 1982. Luego fue ministro de Defensa (1982-1991) y vicepresidente del Gobierno (1991-1995), manteniéndose como diputado hasta 2004. Desde 2005 ejerció como vicepresidente y miembro del consejo de administración de Telefónica Móviles Chile S.A.. Además, hasta 2012 fue consejero de Telefónica Internacional. También ha sido vicepresidente del consejo de Cataluña de Telefónica.
En 2005 también fue nombrado presidente de Caixa Catalunya, un puesto que le reportó una media de 250.000 euros anuales entre 2007 y 2010, sueldo y dietas incluidas. Un sueldo que se subió en plena crisis y a pesar de que la entidad estaba intervenida debido a la acumulación de activos tóxicos. El agujero dejado en la entidad le costó la imputación en 2018 por parte de la Audiencia Nacional, aunque fue absuelto un año después.
Eduardo Zaplana (PP)
Durante dos años, Zaplana y Rato coincidieron en el Ejecutivo de José María Aznar. El primero venía de ser presidente de la Generalitat valenciana entre 1995 y 2002 y acabó convertido en ministro de Trabajo y Asuntos Sociales (2002-2004) y portavoz del Gobierno. Tras la pérdida del poder de la derecha, se mantuvo en su escaño durante 4 años más, cesando en 2008 para cruzar la puerta giratoria hacia Telefónica y ser delegado para Europa, consejero de Telefónica O2 Europa y Telefónica O2 República Checa (2008-2012). Posteriormente, y entre 2012 y 2018 ejerció como adjunto al secretario general de Telefónica. Desde que cruzó la puerta giratoria, habría ganado una media de 1 millón de euros anuales.
Fue cesado en 2018 tras su detención en el marco de la Operación Erial, que le llevó a entrar en prisión. Tras su salida para ser tratado de la leucemia que padecía, se encuentra en libertad mientras la investigación sigue su curso.
Trinidad Jiménez (PSOE)
“No es una puerta giratoria”. Así se refirió el actual presidente del Gobierno Pedro Sánchez al fichaje de la exministra socialista Trinidad Jiménez como directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos en Telefónica en 2016. El líder del PSOE, muy crítico con las decisiones tomadas por antiguos miembros de su partido como Felipe González, defendió en ese momento que Jiménez tenía “derecho a labrarse un futuro profesional”.
Lo cierto es que la exministra de Sanidad y Política Social (2009-2010) y de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España (2010-2011) no tenía ningún tipo de experiencia en el sector de las telecomunicaciones, un precepto incluido en el Programa para un gobierno progresista y reformista que el PSOE presentó en febrero de 2016: “Incluir, en la legislación de conflictos de intereses, un supuesto especial de incompatibilidad al cese de altos cargos destinado a evitar el fenómeno de puertas giratorias, fijando un periodo de incompatibilidad de cinco años para quienes pretendan incorporarse ex novo a empresas del sector sobre el que no tenían experiencia profesional previa y sobre el que hayan tenido responsabilidades de regulación o gestión”.
Luiz Fernando Furlan
La gran hidra Telefónica no solo alcanza a los consejos de ministros españoles. También cruza el Atlántico para llegar hasta Brasil. Allí consiguió hacerse con los servicios de Luiz Fernando Furlan, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil (2003-2007) siendo presidente Lula da Silva. Furlan ya había sido consejero de la teleco desde 2003, dejando el cargo al ser nombrado ministro. Tras abandonar el gabinete, en 2008 volvió a incorporarse a Telefónica como miembro de su Consejo de Administración tanto en Brasil como en España, cargos que dejó en 2018.
Fichajes con corona
José Fernando de Almansa y Moreno-Barreda
Contaba El País en 1993 que José Fernando de Almansa y Moreno-Barreda, X vizconde del Castillo de Almansa, soñaba con ser embajador. Subdirector de Política Exterior para Europa Oriental con Felipe González (1991-1993) gracias a su amistad con el ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fernández Ordóñez, su intención era abandonar Madrid y multiplicar sus ingresos. Pero ese año, el rey Juan Carlos I le nombró jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, un puesto con rango de ministro en el que se mantuvo hasta el año 2002. Fue cesar en el cargo y volver a encontrar trabajo: en 2003 fue nombrado miembro del Consejo de Administración de Telefónica, de donde salió en 2016 tras la destitución del hasta entonces presidente César Alierta, el mismo que le dio el asiento en el consejo de la compañía.
Iñaki Urdangarín
Hubo un tiempo en el que la nobleza se hizo fuerte en Telefónica. Además, del vizconde del Castillo de Almansa –posteriormente nombrado Grande de España por Juan Carlos I en 2002–, también estaba a sueldo de la compañía el duque consorte de Palma Iñaki Urdangarín, un título que usaba desde 1997 gracias a su matrimonio con la infanta Cristina de Borbón y que perdió en 2015.
Fue Alierta quien le nombró consejero de Telefónica Internacional y de Telefónica Brasil (2006-2012) y, posteriormente, delegado de la teleco en Estados Unidos (2009-2012). Tal y como cuenta Juan Pedro Velázquez-Gaztelu en su libro Capitalismo a la española, la empresa era la encargada de pagar –aparte– los gastos derivados del alquiler de la vivienda, los billetes de avión entre Washington y Madrid y parte de la escolta que tenía la familia: “llegó incluso a pagar la defensa legal del duque de Palma cuando estalló el caso Nóos”. Fue su imputación en este caso, que le llevaría a prisión con una condena de 5 años y 10 meses por el “caso Nóos”, lo que le obligó a dejar todos sus puestos en 2012 de manera “temporal”. Un periodo que se alarga hasta el día de hoy. A finales de junio de 2021 se anunció que dejaría de dormir en la cárcel, aunque seguirá cumpliendo condena.
Hijos, nietos, consortes y amigos
Fernando Abril-Martorell Hernández, hijo del ministro de Agricultura (1976-1977) y vicepresidente del Gobierno (1977-1980) Fernando Abril Martorell, procurador en las Cortes franquistas (1971-1977)
-Consejero delegado de Telefónica (2000-2003)
Alberto Cortina Alcocer, nieto del alcalde de Madrid (1923-1924 y 1939-1946) Alberto de Alcocer y Ribacoba e hijo del ministro de Asuntos Exteriores en el franquismo (1974-1975) Pedro Cortina Mauri, embajador en Francia (1966-1974)
-Miembro del consejo de administración de Telefónica (1997-2001)
Juan Villalonga Navarro, sobrino-nieto de Ignacio Villalonga, presidente del Banco Central durante el franquismo (1943-1970). Íntimo amigo de Aznar.
-Director ejecutivo de Telefónica (1997-2000)
Iván Rosa Vallejo, abogado del Estado. Marido de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría
-Asesor jurídico para la división internacional de Telefónica desde 2012
Paloma Villa, asistente de la exministra Trinidad Jiménez y mujer de Eduardo Madina, secretario general del grupo socialista en el Congreso de los Diputados (2009-2014)
-Asesora en el área de Relaciones Internacionales de Telefónica desde 2012
Andrea Fabra, asesora parlamentaria en la secretaría de Estado de Hacienda (1997-1999), senadora (2007-2008) y diputada (2008-2015). Hija del expresidente de la Diputación de Castellón (1995-2011), Carlos Fabra y mujer del exconsejero de la Comunidad de Madrid (2003-2010) Juan José Güemes
-Gerente de Asuntos Internacionales (1999-2007) y gerente de Políticas Públicas e Internet de Telefónica desde 2016
Otros cargos públicos
Carlos Lopez Blanco, secretario de Estado de Telecomunicaciones (2002-2004)
-Director general de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica (2007-2018)
Alfredo Timmermans, secretario de Estado de Comunicación (2002-2004)
-Delegado América del Norte (2005-2008), director de Coordinación Estratégica (2008-2010) y director de Política de Telecomunicaciones (2010-2013) de Telefónica
Antonio J. Alonso Ureba, secretario del Consejo CNMV (1997) y subdirector de los servicios jurídicos de la CNMV (1990)
-Secretario general y del consejo de administración de Telefónica (2000-2006)
Maximino Carpio García, consejero del Banco de España desde 2012
-Consejero de Telefónica (1996-2007)
Yolanda Barcina, presidenta de Navarra (2011-2015) y alcaldesa de Pamplona (1999-2011)
-Consejera de Movistar+ desde 2015
José Maldonado Ramos, subsecretario y secretario general Técnico del Ministerio de Administración Territorial (1982)
-Consejero de Telefónica (1999-2002)
Joaquín de Fuentes Bardají, abogado General del Estado (2004-2012)
-Secretario general, director general de Regulación y vicesecretario general y del consejo de administración de Telefónica (1998-2003)
Manuel Pizarro, diputado por el Partido Popular (2008-2010) y número 2 del PP. Amigo de Aznar
-Consejero de Telefónica (diciembre 2007-enero 2008)
Javier Nadal, director general de Telecomunicaciones (1985-1995)
-Presidente de Telefónica en Argentina (1995-1997) y en Perú (2003-2004). Vicepresidente ejecutivo de la Fundación Telefónica (2005-2013), entre otros cargos.
María Luisa García Blanco, abogada del Estado en diferentes ministerios (1993-1999), ante el Tribunal Constitucional (2000-2002). Coordinadora-jefe de la Delegación de España ante diversos Comités de Naciones Unidas en Ginebra (2002-2013), entre otros cargos.
-Consejera de Telefónica desde 2018